Siempre se empieza vaciando, dejando espacio, para después armonizar el flujo de la energía; teniendo en cuenta qué aporta cada objeto a nuestro espacio. Con esto, no solo organizamos, sino que buscamos la transformación y el equilibrio personal, según el flujo natural del «chi» o energía vital.
Nosotros, modestamente, contamos con objetos y artículos que pueden ayudar a mejorar y energizar espacios como la casa o el trabajo, como por ejemplo velas artesanales, campanas de viento y móviles, además de una amplia gamma de incienso u objetos de cerámica.